Volamos desde San Francisco a Chicago, cuatro horitas de viaje. Chicago situada en el estado de Illinois, tercera ciudad de EE.UU.
La llegada de noche en el avión nos adelanta las dimensiones de esta urbe. Decidimos ir en metro hasta el centro de Chicago, por aquello del ahorro, y de allí a la zona universitaria donde teníamos el alojamiento.
Tardamos en llegar al centro de Chicago. Allí cambiamos de línea de metro, que al principio va suspendido sobre la calle, con lo cual parece que te vas a introducir dentro de las habitaciones de los edificios.
Más tarde y tirando de maletas por las calles, por fin damos con el albergue. Compartimos una habitación algo justa, en cuanto a tamaño, pero con todo lo necesario. Lo más importante, una wifi que va" a cañón". Mucha gente joven en el albergue y alguno que otro de nuestra edad. Ambiente universitario, joven y dinámico
Dejamos las maletas y salimos a tomar algo por la zona. Es tarde y está casi todo cerrado. En un indio compramos unos sandwiches y después entramos a un pub, nos tomamos una cerveza. Buen ambiente.
Tardamos en llegar al centro de Chicago. Allí cambiamos de línea de metro, que al principio va suspendido sobre la calle, con lo cual parece que te vas a introducir dentro de las habitaciones de los edificios.
Más tarde y tirando de maletas por las calles, por fin damos con el albergue. Compartimos una habitación algo justa, en cuanto a tamaño, pero con todo lo necesario. Lo más importante, una wifi que va" a cañón". Mucha gente joven en el albergue y alguno que otro de nuestra edad. Ambiente universitario, joven y dinámico
Dejamos las maletas y salimos a tomar algo por la zona. Es tarde y está casi todo cerrado. En un indio compramos unos sandwiches y después entramos a un pub, nos tomamos una cerveza. Buen ambiente.
Por la noche "llueve que te llueve", y sigue lloviendo al levantarnos. ¡Hasta ha entrado agua por los aparatos de aire acondicionado!. Llegamos tarde al desayuno, por mala información del recepcionista. Manolo se mosquea, porque apenas hay nada y tenemos que andar casi suplicando a la "assistant", que nos procure unas tostadas, fruta y te.
Deja de llover y tomamos un taxi para ir a la Torre Willis en el centro de Chicago. La ciudad, durante el camino se nos presenta como segura, limpia, acogedora, moderna, verde y multicultural. Todos los ingredientes para enamorase de ella.
La Torre Willis es ahora el tercer edificio más alto de los EEUU, unos 450 m de altura. Construido por la compañía SEARS, se el edificio como 9 "tubos" cuadrados y separados, que van alcanzando diferentes alturas.
Para su visita, hay que subir en un ascensor hasta alcanzar el último tramo de su estructura. Merece la pena, porque ante nosotros tenemos una vista de 360 grados de ciudad. Los balcones acristalados y totalmente transparentes hacen las delicias de los visitantes y las nuestras también, naturalmente. Un mes antes, al parecer hubo algún problema con los vidrios de uno de los miradores
Chicago y el lago Michigan
Las repisas son a prueba de vértigo, tal es así que Fátima luchando con su vértigo consigue retar a la altura y hacerse fotos para inmortalizar el momento.
Al salir, vamos a almorzar a una pizzería "muy americana". Probamos la super pizza de Chicago, más gruesa que la normal, por lo visto exquisita.
Tuvimos la intención de entrar en el famoso Giorgano's, que estaba cerca pero fue imposible.
Terminamos el almuerzo y volvemos a la calle. Descubrimos por el camino, un enjambre organizado de rascacielos imponentes. Estas vistas son únicas. Sí, sí... Nos encanta Chicago.
Vayámonos a ver a Elliot Ness y sus "Intocables" a la "Union Station". ¡Cómo no evocar las imágenes de la película en las que el niño, en el portabebé, bajaba las escaleras, rememorando las otras imágenes del "Acorazado Potemkin" !.
Dejamos la estación y nos dirigimos al Milenium Park.
Antes una parada para un "break" .
"Milenium Park "y sus esculturas entre ellas "Cloud Gate", de Anish Kapoor, "La haba¨ en acero inoxidable no deja indiferente a nadie.
Cientos de personas a su alrededor se empeñan en hacer fotos con las más diversas posturas. En el centro de la plaza esta escultura acapara nuestra atención. Jugamos a la deformación de la realidad que nos rodea, incluyéndonos a nosotros mismos.
Cientos de personas a su alrededor se empeñan en hacer fotos con las más diversas posturas. En el centro de la plaza esta escultura acapara nuestra atención. Jugamos a la deformación de la realidad que nos rodea, incluyéndonos a nosotros mismos.
Dentro de ellos la distorsión es total.
La tarde sigue amenazando lluvia, y a pesar de ello la gente está escuchado un concierto.
Seguimos paseando por " el Loop " toda la zona centro, los almacenes Macy's, State street ...
Terminamos el día cenando en el restaurante " Michael Jordán Steak House" muy buen ambiente y una comida deliciosa. La mejor hamburguesa junto con la del Lilo's, según Fátima. Los caballeros dicen que la mejor cerveza, quizás porque el presupuesto solo da para tomarse una.
Es domingo 13 de julio. Hoy en lugar de coger taxi nos vamos a hacer los 6 kms que hay al centro andando. Lo iniciamos con un paseo por el barrio antiguo de Chicago. Calles anchas, casas de ladrillo rojo, líneas de árboles paralelas. Nos recordaban a las escenas de las películas de gansters. Un día espléndido de sol para disfrutar recorriendo sus rincones.
Después de este paseo decidimos recorrer la ribera del lago Michigan. Es un paseo muy largo y simula una playa. Lo cierto es que contrasta este ambiente coronado con los grandes rascacielos.
Hoy hace calor y huimos de este sol de justicia. La caminata nos ha abierto el apetito. Reparamos en un restaurante italiano-búlgaro. Comida de calidad y mucho fresquito, que agradecemos.
A la salida Lin se empeñó en buscar el punto donde comienza la mítica Ruta 66 y la encontramos.
Aquí comienza la Ruta 66
Después del descanso, un paseo por la ribera del rio Chicago
La torre Trump
Esta torre terminada en el 2009 está junto a otras en la ribera del Rio Chicago.