DIA 3 DE JULIO / GRAN CAÑON DEL COLORADO - MONUMENT VALLEY

Un día más dentro de nuestro planing. Hoy Gran Canyon del Colorado-Monument Valley. 

Cañón del Colorado es una vistosa y escarpada garganta excavada por el río Colorado en el norte del estado de Arizona (capital Phoenix).

El Cañón está situado en su mayor parte dentro del Parque Nacional del Grand Canyon (uno de los primeros parques naturales de EE.UU). Tiene una altura máxima de garganta de 1470 metros. La distancia entre las riberas o bordes norte y sur oscila entre los 16 y 29 kms.
Nos levantamos tempranito. Algo que nos pasará en estos primeros días (amanece sobre las 5:00), y desayunamos en el hotel.

Los aparatos de aire acondicionado llaman nuestra atención. Son antiguos suponemos en principio que por la sencillez del hotel. Después nos daremos cuenta que se estilan por todo el país.
 Aparece "Cobi" en la puerta de nuestra habitación que todavía no se había enterado que estamos en EE.UU. 

Antes de partir nos sorprende junto al hotel una tienda de piedras. Sí, sí ...de piedras. Un artista local utiliza este material para crear esculturas muy originales. También, de latón y de hierro .

Y justo enfrente descubrimos una zona recreativa temática de Los Picapiedras y, como no podía ser de otra forma, vamos a inmortalizar con fotos el tronco móvil y a Pedro Picapiedra.

Ahora sí que seguimos  la ruta rumbo de nuevo al Gran Canyon. El pre-parque esta formado por bosques extensos de sabinas. Antes paramos en Tusayan, donde hay muchos hoteles y restaurantes con el fin de aprovisionar. Manuel se compra sus gafas "polarizadas" de 30 dolares en el super. Aquí nos encontramos con una pareja española y hablamos con ellos.

Volvemos a entrar otra vez al Parque, esta vez sin pagar (¡ojo! ya habíamos pagado el día anterior 20 dolares por el vehículo, válido para una semana). Con el coche hacemos un par de miradores, en dirección oeste, por una carretera que bordea el Canyon. 
No es simplemente un cañón sino un laberinto de cañones, fisuras y quebradas esculpidas en la roca con formaciones inusuales, mesetas y torres. Las capas sedimentarias expuestas toman un variedad de colores a medida que cambia el ángulo de la posición del sol. Es verdaderamente una de las grandes maravillas naturales del mundo.

Llegado a un punto  con el coche no se puede continuar y dejamos este aparcado para tomar el bus circular gratuito que sigue en dirección oeste. El bus para en cada uno de los miradores existentes y eso hacemos, intentando captar la majestuosidad del lugar. La verdad es que está bien organizado.
 ¡Punto positivo para los americanos!

Subida a una sabina

Fátima enfrentándose a sus problemas de vértigo.

El autobus circular

Existe un camino peatonal junto al borde, por el que se pueden realizar caminando todos los miradores antes descritos ¡10 kms!. Hubiera sido una buena idea  hacerlo andando y haber vuelto en el autobús.

Las fotos se nos amontonan: sabinas moldeadas caprichosamente, pinos, pequeñas lagartijas y ardillas curiosas, a las cuales no debemos dar de comer porque los carteles ya nos lo advierten.

Una vez finalizado el recorrido del bus, volvemos al coche y nos tomamos una cervecita porque !las buenas costumbre no hay que perdérlas ni en América!.
 Como curiosidad: tomando las cervezas llegan los dos españoles del super, que habían aparcado justo a nuestro lado. ¿casualidad?

Volvemos al Village del Gran Cañon para dirigirnos hacia el este por la ruta 64. Queremos llegar a Cameron a almorzar, que está a unas 58 millas. En los primeros kilómetros seguimos al borde del Cañon, hasta dejarlo definitivamente. El paisaje va cambiando y bajamos de altitud rápidamente. Vamos a entrar en territorio Navajo.

Lín  descubre el funcionamiento de los canales de música del coche que nos amenizan la ruta. La música country no para de sonar a partir de ahora.

Avanzando en el camino observamos tenderetes de artesanía  diseminados  por la carretera, son de los nativos navajos. Entramos al Tribal Park del Little Colorado River,  previo pago naturalmente. Este es un río que desemboca a su vez en el río Colorado y que discurre también por un cañón. Es un espacio gestionado por la comunidad navaja. Paredes perpendiculares y profundas gargantas conforman un paisaje único. 

¡Cobi, qué estas muy perdido!

Un cartel nos advierte de la presencia de escorpiones, serpientes, arañas.... ¡Peligro!.

Nos sorprende la seriedad  y apatía del pueblo navajo. Parecen tristes, resignados a sobrevivir en esta tierra tan árida. Tienen tenderetes de artesanía, pero no muestran mucho interés en la venta. 

Nos dirigimos a Cameron, que mas bien parece un cruce de carreteras, pues sólo está el motel y al otro lado de la carretera una especie de camping o poblado, con caravanas y casetas prefabricadas. Almorzamos en el restaurante del motel, atendido por indios navajos.

Tocaba cervecita, pero en esta ocasión nos dicen que no tienen. Ante nuestra insistencia  nos traen una sin alcohol! Al final interpretamos, pues no son muy explícitos, que el alcohol está prohibido en territorio navajo. 
Y ahora ¿qué comer?. Optamos por gastronomía navaja, taco (pan blanco frito, especie de tortilla) con carne, verdura, habichuelas y demás, en fin un revoltillo. Hay diversidad de opiniones en cuanto a la comida. Las mujeres navajas llevan puesto vestidos largos emulando antiguos ropajes. 

En el restaurante había una tienda de recuerdos. Queríamos comprar un sombrero tipo vaquero, pero nos parecían caros. Nos contentamos con probarnos unos cuantos, que acompañados de otros complementos hicieron que surgiera hacer el ganso un poquito y reírnos una hartá.

Nos encaminamos hacia Monument Valley, pues queremos llegar al atardecer. Tenemos 120 millas por delamte. Largísimas rectas bordeadas de un paisaje rojizo, nos recuerda a las imágenes de Thelma  y Louise, Forrest Gum, y tantas y tantas.... pelis. Pasamos por Kayenca, autentico territorio Navajo, con casas diseminadas por todos lados.

A la salida de Kayenca la naturaleza ya nos regala impresionantes vistas de cómo puede ser Monument Valley, un paisaje tan diferente, que parece sacado de una película del oeste: colinas suaves, salteadas de matorrales bajos y una tierra tan roja que parece tintada. Comienzan a aparecer las montículos tan particulares y Manolo se muestra nervioso. No quiere desaprovechar ningún  instante fotográfico del atardecer.

Nos bajamos. Nos subimos del coche. Nos paramos, fotos en medio de la carretera, fotos simulando cowboys...

Ahora sí, justo en la entrada a Monument Valley vemos los primeros monumentos. En primer plano el hotel "The View". Lástima no tener  aquí las habitaciones, eran muy caras, pero eso no nos importa. Utilizamos su terraza para inmortalizar las vistas. Otro gran momento para retener y de nuevo a nuestra memoria acuden mas películas del oeste. Hay una inscripción de John Wayne, este era su lugar favorito para descansar durante el rodaje de sus películas.

Estamos en la frontera de los estados de Utah (capital, Salt Lake City) y Arizona

Desde aqui vemos la entrada a Monument Valley en vehiculo. Camino de tierra con curvas sinuosas, firme dudoso y accidentado, arena, piedras, coches que avanzan lentamente, otros que no avanzan.

Anocheciendo abandonamos el lugar en busca del hotel, 40 millas por delante.
¡Estamos en Utah!. 
Ya con la noche encima, se hace el camino interminable en la más absoluta oscuridad. Iluminados a veces por relámpagos de las tormentas que nos rodean...¿por dónde vamos?  ¿Donde esta Bluff?. Pasamos por Mexican Hat.
 Por fin llegamos al hotel, una gran habitación con dos camas enormes nos esperaban. Esta noche toca compartir espacio.

Como la noche anterior, cenamos en la habitación bocatas y un jamón ahumado que Lín le echó el ojo en el súper, por cierto riquísimo.

Buenas noches.

Para ver mas fotos de Manuel, visitar el siguiente enlace:
PHOTOLUZES