Después de meses de preparativos, por fin llegó el día de salida. Empieza nuestro gran viaje, los cuatro a la conquista de USA.
Fátima y Lín partieron hacia Martos desde Sevilla. Los esperábamos con una ligera cena para afrontar la siguiente etapa que era llegar a Madrid. Llegamos tres horas antes del embarque, obviamente no había nadie en el aeropuerto por lo que estuvimos vagando un rato hasta que a las 4:00a.m. abrieron la facturación y ya nos despedimos de nuestras maletas. A decir verdad no confiábamos mucho verlas en Las Vegas. A las 8:00 a.m. salimos rumbo a Frankfurt y allí tuvimos 2 horas de espera para el enlace a nuestro destino.
las bellas durmientes y el......
Nuestro primer objetivo es recoger el coche de alquiler en el mismo aeropuerto, que tras resolver ciertas dudas y con un asistente un poco interesado en sacarnos más dinero, conseguimos salir con un GMC automático. Es lo que se estila por aquí. Primera curiosidad al conducir por estas tierras: nos sorprende que los semáforos no están en el lado que te paras, en el cruce con otra calle, sino enfrente, al otro lado del cruce.
La entrada a Las Vegas es sobrecogedora. Parque temático, con edificios decorados que parecen de cartón piedra, luces, colores y acción, bajo un calor abrasador (44º), y un viento tan ardiente que seca hasta la mojama. No Habíamos experimentado una sensación parecida salvo en algún año puntual muy caluroso, en nuestra tierra.
Hacemos el "check in" en el Hotel Flamingo. Primer hotel famoso de Las Vegas, construido en 1946 y entonces denominado el hotel mas lujoso del mundo. ¿Gente en el hotel?: nooooo......, una cola interminable de la mas variopinta fauna humana.
posiblemente, el hotel mas barato del viaje
Nos asignan unas habitaciones justo encima de las potentes máquinas de aire acondicionado, pedimos un cambio y la mejora fue sustancial en cuanto al ruido. Habitaciones amplias con dos camas enormes y vistas espectaculares hacia el resort. Aquí el primer detalle positivo del viaje: ¡las camas en los hoteles de EE.UU son magnificas!
La sirena de alarma suena mientras estamos intentando ducharnos. Nuestra cara, un poema. ¿Qué hacer cuando recién llegados a Las Vegas, en un piso 12, un altavoz en la habitación te dice que abandones la habitación?. A Manuel se le ocurre decir, "coge el dinero, el pasaporte y ...corre".
Asomamos la cabeza por la puerta y vemos avanzar por el interminable pasillo al vigilante de seguridad de turno diciendo que un gracioso había tocado la alarma. Uff ¡qué susto!
Después de esto, una buena ducha y a "Las Vegas, la nuite". Paseamos por sus ardientes calles; visitamos el hotel Bellagio; escaleras mecánicas; tragaperras; salones de juego.... !No nos gusta nada este ambiente, un ejemplo del absurdo de la condición humana, y que indudablemente no es deleite para nosotros. Nos atrevemos a jugar a la ruleta, no por gusto sino por encargo, 20 dolares que apostamos al 3 rojo y perdimos en 20 segundos. ¡Lástima!.
Observamos las hileras casi interminables de tragaperras, las mesas de blackjack, los crupier manejando las barajas francesas... Nos reafirmamos, no nos gusta Las Vegas, una ciudad en medio de un desierto asfixiante, en medio de la nada, con un ruido continuo de fondo de los aparatos de aire acondicionado destinada en suma a sacarle el dinero y el sudor a sus visitantes.
Pero como dicen las autoridades de aquí: "lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas"
Manuel manifiesta que esto es fomentar, a lo bestia, una enfermedad llamada ludopatia, además de otras cuestiones que vienen desde la existencia de los tiempos.
Las Vegas es muy grande pero se puede decir que todo está en tres calles: La estatal 15, Las Vegas Bulevar y Flamingo Rd.
Pasillos del Casino Bellagio
Volvemos al hotel a descansar del viaje en avión en esta primera jornada .
posiblemente, el hotel mas barato del viaje
La sirena de alarma suena mientras estamos intentando ducharnos. Nuestra cara, un poema. ¿Qué hacer cuando recién llegados a Las Vegas, en un piso 12, un altavoz en la habitación te dice que abandones la habitación?. A Manuel se le ocurre decir, "coge el dinero, el pasaporte y ...corre".
Asomamos la cabeza por la puerta y vemos avanzar por el interminable pasillo al vigilante de seguridad de turno diciendo que un gracioso había tocado la alarma. Uff ¡qué susto!
Después de esto, una buena ducha y a "Las Vegas, la nuite". Paseamos por sus ardientes calles; visitamos el hotel Bellagio; escaleras mecánicas; tragaperras; salones de juego.... !No nos gusta nada este ambiente, un ejemplo del absurdo de la condición humana, y que indudablemente no es deleite para nosotros. Nos atrevemos a jugar a la ruleta, no por gusto sino por encargo, 20 dolares que apostamos al 3 rojo y perdimos en 20 segundos. ¡Lástima!.
Observamos las hileras casi interminables de tragaperras, las mesas de blackjack, los crupier manejando las barajas francesas... Nos reafirmamos, no nos gusta Las Vegas, una ciudad en medio de un desierto asfixiante, en medio de la nada, con un ruido continuo de fondo de los aparatos de aire acondicionado destinada en suma a sacarle el dinero y el sudor a sus visitantes.
Pero como dicen las autoridades de aquí: "lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas"
Manuel manifiesta que esto es fomentar, a lo bestia, una enfermedad llamada ludopatia, además de otras cuestiones que vienen desde la existencia de los tiempos.
Las Vegas es muy grande pero se puede decir que todo está en tres calles: La estatal 15, Las Vegas Bulevar y Flamingo Rd.
Pasillos del Casino Bellagio
Volvemos al hotel a descansar del viaje en avión en esta primera jornada .
Unos detalles informativos: la capital del estado de Nevada no son las Vegas, sino Carson City; las Vegas tiene unos 2 millones de habitantes; su fama mundial empezó en el año 1931, con la legalización del juego, el mismo año en que encarcelaron a Al Capone y se construyó el Empire State Building.
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